jueves, 13 de agosto de 2009

CARTA DE LECTORA PARA LOS GRANDES...

Antonio Pigafetta, uno de los cultos escribientes de Magallanes, observa y describe en sus viajes minuciosamente lo que ve, nada escapa a su pluma. Es realmente llamativo lo que deja en la bitácora de navegación. Esto viene a mi memoria porque a la distancia (a varios metros de la costa al principio) es que empieza a relatar sus escritos con imaginación y poesía, teniendo en cuenta que iban a ser leídos por sus superiores y por el propio rey de España.
La tierra nueva ya era motivo de prosas, leyendas y realidades, basadas en la necesidad de describir y cartografiar para el occidente europeo todo lo desconocido.
Esto para mi fue un movilizador importante cuándo sin permiso del editor de Artesanías Literarias, el escritor y periodista Andrés Aldao, quise escribir unas palabras acerca de la creación del blog de Los Grandes De La Literatura Rioplatense.
Algunos libros he leído al respecto, muy pocos probablemente de acuerdo a la magnitud del tema. Estudiando especialmente las poblaciones indígenas, encuentro en sus costumbres, sus tradiciones y su música, pureza y tradición, (desvastadas con posterioridad y escondidas por temor a perderlas en las propias y pocas civilizaciones que quedaron en pie). Es así que aparecen ante mí, las primeras relaciones entre los movimientos literarios, la poesía y las costumbres de esos antiguos días y el presente. No voy a tener en cuenta los trabajos serios y profundos que grandes estudiosos hicieron en el tema, historiadores, filólogos, fonoaudiólogos, antropólogos, sociólogos y demás especialistas, no por la importancia de sus conceptos a los que les debo todo mi respeto, si no porque de eso ya se ha encargado cuidadosamente el editor y porque lo que quiero dejar escrito aquí es otra cosa.
Este blog, EL DE LOS GRANDES DE LA LITERATURA RIOPLATENSE, es principalmente un sentimiento. Es un sentimiento después de leer cuidadosamente de qué se trata. Ya su nombre, generosamente, incluye a autores no tan conocidos haciéndonos saber no solamente de sus obras, sino la relación que han tenido con su entorno.
La interferencia europea en nuestra cultura, la mandataria Buenos Aires de alejar a sus hijos a estudiar a lugares de prestigio, la inmensa llegada de inmigrantes, los asentamientos forzados por políticas separatistas para gente de escasísimos recursos, estimuló más que nunca la identidad que se había instalado en ciertos sectores de Buenos Aires y de la vecina orilla. Quisieron afirmarse con orgullo e insistencia. Especialmente si esa identidad tenía fuerza y dignidad, poblado de localismos expresivos que denotaban a las claras una forma de pensar y de vivir.
El idioma de los pueblos es su literatura y la voz de ese pueblo cuándo la lectura se hace difícil, es su música. Es así cómo surgen escritores y escritoras, poetas de ambos sexos desafiando otras culturas aprendidas o simplemente dejándose llevar por la modalidad en que el pueblo habla y canta.
Andrés Aldao ha conseguido en este espacio plasmar exactamente este sentimiento que señalo.
No es común encontrar un lugar cómo LOS GRANDES DE LA LITERATURA RIOPLATENSE en que con una continuidad poco frecuente, se incluyan escritores y poetas de una gran trayectoria, cómo también la de otros no tan conocidos y que gracias a un esmero cuidado en su presentación nos ubican su lugar histórico, la obra, su filosofía y lo que significa su lectura en el momento actual.
Creo que esto sólo puede hacerlo una persona con tanto amor por las letras y en lo que en su corazón significa la tierra natal, su Buenos Aires, el tango.
Aldao tiene un estilo de escritura y lectura, pero el que le sale del alma, a mi entender, es el del Río de la Plata. De los escritores que conozco es quién maneja con excelencia el idioma del pueblo, del lunfardo, el del hombre de la calle. Y debe hacerlo con gran dolor y pena desde el exilio.
Es doblemente generoso que pueda darnos este espacio, culturalmente elevado, para aquellos que poco o nada sabemos de semejante riqueza y que tanta avidez tenemos por acercarnos a ella
Es un río, el de La Plata, que tiene poco lugares en dónde besar la tierra, que después se pierde en el Atlántico, diciéndonos que más no puede arrimarse por ser el más ancho del mundo, o sea que tiene voz propia. Salvo esporádicas turbulencias de sus aguas, fue la puerta de entrada de la mayoría de la historia de América Latina.
Este blog es esa puerta abierta, abierta con generosidad para el conocimiento y la memoria de los rioplatenses de ambas orillas.

Mercedes Sáenz

1 comentario:

  1. Gracias por esta publicación Andrés. Lo creo un lugar muy especial y llega a nosotros por la generosidad y la sabiduría. No puede haber mejores ingredientes para aprender y compartir la cultura. Un fuerte abrazo. Merci

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